Cuando se trata de reparar superficies hechas de granito y mármol, muchas personas asumen que ambos materiales requieren los mismos métodos de reparación debido a su apariencia similar. Sin embargo, no es tan sencillo. El granito es conocido por su dureza impresionante. Alcanzando entre 6 y 7 en la escala de dureza de Mohs, lo que lo hace más resistente a los arañazos en comparación con el mármol, que generalmente se sitúa alrededor de 3 a 4 en la misma escala. Esta diferencia de dureza implica que las técnicas utilizadas para abordar imperfecciones varían entre ambos materiales.
En la industria de la construcción y diseño, no es raro escuchar que las superficies de mármol son más propensas a las manchas debido a su porosidad natural. Esto significa que, si por alguna razón derramas vino tinto sobre una encimera de mármol, las posibilidades de que quede una mancha permanente son significativamente mayores que en una de granito. Este tipo de incidente ilustra cómo cada material reacciona de manera diferente a los elementos. En cambio, el granito, con su densidad más compacta, no absorbe las sustancias con la misma rapidez.
He leído informes de expertos en renovación de superficies que destacan que, cuando se reparar granito, se utilizan normalmente pastas más abrasivas y técnicas de pulido más intensivas. Esto se debe a que su resistencia demanda un enfoque más firme para eliminar o disimular imperfecciones. Por otro lado, el mármol necesita un tratamiento más delicado. Los restauradores suelen emplear compuestos menos abrasivos, considerando que un pulido fuerte podría causar más daños que beneficios.
Ahora bien, ¿cuál es el costo promedio de reparar una superficie de granito versus una de mármol? La respuesta varía, pero por lo general, escucharás que la reparación del granito puede costar un poco más debido a las herramientas más especializadas requeridas. Sin embargo, cuando me refiero al mármol, algunas empresas de rehabilitación ofrecen servicios que son un 20% más económicos, debido a que el proceso puede ser menos intensivo.
Si alguna vez te encuentras en un hogar que tiene tanto encimeras de mármol como de granito, te darás cuenta rápidamente de que cada superficie requiere su propio cuidado y mantenimiento. Conocer las diferencias en su composición e interacción con el entorno es clave para implementar las reparaciones necesarias de manera adecuada y eficiente.